San Sebastián dispone de una red de refugios climáticos para que la ciudadanía pueda protegerse del calor, especialmente en días con altas temperaturas. El principal objetivo es disminuir los efectos negativos que el calor pueda tener, sobre todo entre las personas de mayor edad.
El concejal de Ecología, Juantxo Marrero, ha señalado que “Los refugios climáticos están preparados para poder ser usados entre los meses de mayo y octubre. Las proyecciones climáticas a futuro, con el cambio climático de por medio, prevén que las temperaturas extremas y las olas de calor van a ser mas frecuentes y, consecuencia de ello, las tasas de enfermedad y de mortalidad podrían aumentar. Estos refugios son un alivio en días con episodios de altas temperaturas, especialmente para personas mayores”.
Son 53 refugios exteriores y 36 interiores repartidos por toda la ciudad. Entre los exteriores, se encuentran las 300 hectáreas de parques y zonas verdes de San Sebastián, donde la sombra de los árboles hace más llevadero el calor. Los interiores se ubican en bibliotecas, casas de cultura, museos, polideportivos, mercados e incluso iglesias.
Marrero ha señalado que “la recomendación en los refugios de interior la temperatura sea inferior a los 26 grados y que cuenten con los medios adecuados para descansar y ofrecer comodidad, como asientos, aseos o fuentes. Estos refugios están debidamente identificados mediante un cartel en la puerta y son accesibles para todas las personas, especialmente para los grupos más vulnerables, como personas mayores, niños o personas con problemas respiratorios”.
Los refugios exteriores son parques, espacios abiertos o paseos en los que la presencia de arbolado hace que la temperatura baje unos grados, siendo una alternativa para los desplazamientos a pie.
Con episodios de olas de calor se recomienda no salir de casa durante las horas de mayor intensidad y, es imprescindible salir, caminar a la sombra. Los refugios climáticos tratan de ofrecer zonas con mejores condiciones térmicas en las horas de menos calor respecto las zonas más urbanizadas. Están en bibliotecas, casas de cultura, polideportivos, museos, iglesias, centros comerciales... siempre respetando su actividad principal y normativa.
De igual forma, se proponen itinerarios con más sombra si hay que transitar por la ciudad o con mejores condiciones térmicas.