PSE-EE DONOSTIA

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La concejala Garmendia explica que un sistema de banderas de colores en los accesos a La Concha indicará si es posible bajar a la arena, ante la necesidad de mantener distancias por el virus

La concejala de Espacios Públicos, Marisol Garmendia (PSE), explica el sistema que se va a poner en marcha este verano para garantizar las distancias entre los usuarios de las playas.

-¿Cómo va a controlar el Ayuntamiento el aforo de las playas? 

Llevamos tiempo trabajando con Azti Tecnalia. Son ellos los que desarrollan la herramienta que va a controlar el aforo de las playas mediante unas cámaras de monitoreo en alta resolución que vamos a colocar en Igeldo y en Ulia. Es un sistema de videometría que ofrecerá en tiempo real la cantidad de personas que hay en la superficie. En función de las distancias que fijen las autoridades de separación entre personas se establecerá un aforo en cada playa en cada momento, porque la capacidad es dinámica, cambia en cada momento en función de las mareas. Esos datos indicarán si se ha alcanzado el aforo o si está cerca o lejos de alcanzarlo. Esta información se hará pública en diferentes soportes, fundamentalmente en la web municipal, donde habilitaremos un apartado específico.

-¿Cómo se hará visible todo esto a quien venga a la playa sin echar mano de internet?

Habrá unas señales que establecerán, a base banderas físicas con colores rojo, ámbar y verde, la situación en las playas. Si está rojo significa que el aforo está completo y no puedes entrar a la playa. Estas señales estarán en las entradas de las playas y en la web municipal. En Udalinfo reforzaremos el servicio para que se informe también en el número de teléfono 010.

-¿Hay que coger el hábito de informarse del aforo como de la tabla de mareas?

Eso es. El donostiarra está ya acostumbrado a ojear la tabla de mareas antes de ir a la playa. Si queremos ir a La Concha sabemos que antes tenemos que ver la tabla de mareas para saber cómo puede estar la playa. Pues esto va a ser algo parecido.

-¿Quién va a controlar los accesos a la playa?

Habrá personal. Estamos analizando ahora la operativa.

-¿Habrá nuevos accesos o serán los mismos que ahora?

Serán los mismos pero veremos cómo organizamos eso. Igual decidimos no bajar por las escaleras y solo por las rampas.

-¿Cuándo se cerrará la playa en marea alta?, ¿dos horas antes?

No sabemos todavía con exactitud. Estamos analizando las bandas que puedan permitir el desalojo adecuado de la gente. La restricción será más cuando suba la marea que cuando empiece a bajar.

-¿Habrá recomendaciones sobre el tiempo de estancia en la playa?

Habrá unas recomendaciones, que no instrucciones. Durante el confinamiento ha sido importante el autocontrol y la responsabilidad cívica. En el disfrute de las playas este verano será absolutamente crucial la responsabilidad personal de cada uno. No vamos a poder utilizar las playas de la misma manera que hasta ahora. Y ni podemos ni debemos poner un guardia en cada toalla para ver si la gente cumple o no cumple con las distancias mínimas.

-Hay estudios que dicen que la estancia media en la playa en Euskadi es de 3,5 horas ¿Si se reduce ese tiempo mejor, no?

Estaría bien porque si hay mayor rotación hay más gente que puede utilizar las playas. Dependerá de la responsabilidad/egoísmo personal de cada uno.

-¿Se sabe ya a qué distancia habrá que estar respecto a los demás en la playa?

El primer informe técnico sobre las playas lo hizo el CSIC. Estamos esperando que el Gobierno Vasco haga una recomendación y se marque un criterio desde la Mesa de Playas que coordina el Departamento foral de Medio Ambiente. Habrá que esperar a ver si es esa cuadrícula de 4 m2.

-¿Se podrán utilizar las duchas de la playa este verano?

La previsión es que se puedan abrir, pero si hay que mantener las distancias posiblemente tengamos que abrir solo dos de las cuatro 'alcachofas'. Y quizás haya que poner un mecanismo para que salga el agua sin presionar un botón.

-¿Prevé conflictos porque no se permita entrar a La Concha cuando el aforo esté lleno?

Este verano más que nunca vamos a ver si somos una ciudad de ciudadanos responsables y conscientes. Esta temporada nos va a permitir, como ninguna otra, comprobar si damos la talla.